top of page

UN RINCÓN DE INMENSIDAD

Actualizado: 16 jul 2019



Es un espacio pequeño. Académicamente, un ámbito en O. Un círculo mágico y ritual; uno de esos espacios en los que la proximidad con los actores linda entre la fascinación y la incomodidad. Un suelo de Siberia, una evocación de un páramo helado. Y pienso "¡Con que poco se puede hacer mucho!" Y pienso en cuanto me gustan los espectáculos desmesurados pero también cuanto me gustan éstas puestas maestras en que lo extremadamente sencillo adquiere la dimensión gigante de la poesía.

Imposible eludir una foto con ellos: porque Raúl Kreig y María Rosa Pfeiffer son mis "padres" teatrales; con ellos hice mis primeros pasos allá a comienzos de los 90 y a mediados de esa maravillosa década me encontré con la sapiencia exquisita de las puestas de Edgardo Dib. Hoy, esta tríada fascinante se reúne en un homenaje autorreferencial, en una oda al teatro, en una carcajada inteligente que sólo surge cuando uno sabe reírse de sí mismo y estremecer por esa sabiduría de los grandes.

Nina Maria Rosa y Kostia Raúl se encuentran en un espacio cubierto de nieve sucia y acechados por una bruma ladina y un viento malo. Tras 28 años inconfesables vuelven a encontrarse para recrear un antiguo amor de ficción y un verdadero amor por el teatro y por sus personajes. Se encuentran en ese círculo inevitable donde la escena de la gaviota se repite hasta el cansancio y la escena del suicidio debe dejar de reiterarse. Se encuentran con el paso inexorable del tiempo que mezcla explosivamente esas lágrimas de nostalgia con la risa satisfecha de haberlo vivido bien. Y también con la deliciosa tragedia de saber que es inevitable repetir la "obsesión" por actuar y por escribir, la necesaria reiteración de esos personajes y de esas palabras, tan bellas, de esa metáfora de un tren que se materializa en el humo persistente que le da a los haces luminosos el aspecto de una cúpula reverente. Una presencia divina mencionada y negada sucesivamente dentro de la curva del tiempo siempre reiterada.

Mientras converso pos función con uno de mis actores amigos le digo "uno como público siempre va a ver un espectáculo buscando una respuesta". Hoy no tenía ganas de salir pero quería hacerlo( ¿se han encontrado alguna vez con esa horrible y contradictoria sensación?) pero sabía que era inevitable ver "¿Por qué se demoró tanto?" Sabía que en esta etapa de duelo y de adrenalina debía allí encontrar una respuesta.¿A qué? No lo sé a ciencia cierta.¿La encontré? Sin dudas. ¿Que forma tiene? La de millares de sensaciones que en el humo, el sonido del tren estremeciendo, el disparo en un eco abismal, el crujir de las ropas sobre el suelo de nieve y barro, la cúpula de luz me llevan muy lejos hacia paisajes donde comprendo de que manera el teatro es síntesis, estímulo y fotografías en movimiento de un imaginario que sólo necesita una llave para despertarse.

En ese pequeño rincón circular un desierto de nieve y un campo de cielos nublados y brillantes se asoma sin tregua. Allí evoco a la casa de campo, los parterres de flores y descubro una vez más que la obra de Chéjov es un culebrón trágico, romántico y fascinante como me encanta ver y crear. Hay una nostalgia que( ¡la pucha!) me lleva a mis veintitantos años y me hace piantar un lagrimón de felicidad por vivir esta mediana edad sabiendo que luego de tantos cachetazos siempre temidos y pocas veces recibidos, estoy haciendo el camino que siempre quise hacer. Y el ciírculo se cierra cuando me toca ubicarme en la platea entre Daniela, una de mis "actrices fetiche" del teatro musical ya devenida en intérprete multidisciplinar y Matías, un actor cantante que afirma sus primeros y prometedores pasos en el género y en la escena. Me siento un poco padre de ellos dos e hijo de estos dos gigantes que en el escenario homenajean la vida, el teatro y a ellos mismos. Y siento, de pronto, que un aire de familia se ha instalado allí donde el espacio físico se vuelve cada vez más pequeño: exactamente igual que esas llaves que nos abren las puertas de la inmensidad....

7 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page